Por qué no celebro la navidad en diciembre

Si usted es un creyente religioso asérrimo que no acepta más argumentos que los propios, por favor, no lea esta entrada.

Si usted es una persona consumista que infantilmente ve en los regalos el núcleo de las festividades decembrinas , por favor, no lea esta entrada.

Desde muy pequeño esta época del año me llamaba poderosamente la atención, me resultaba demasiado coincidencial que precisamente cuando descansaba de mis obligaciones escolares, viniera un señor gordo a meterse a mi casa y que en lugar de robarse algo, me dejaba regalos; más adelante empezó a causarme curiosidad que todos se pusieran de acuerdo para poner luces y adornos en la casa.

No contento con lo anterior, unos años más adelante me cuestionaba que en la decoración de la casa tomara protagonismo un conjunto de muñecos plásticos entre los que los más importantes eran una pareja humana, un asno y un buey, porque eran los únicos que estaban bajo techo, todo porque los otros muñecos eran más grandes que las casas, sé que todos deben recordar eso. Pero, ¿Saben qué era lo más impresionante? Era casi de no creer que mientras yo destapaba mis regalos o corría por ahí con mi hermano o mis primos, un nuevo muñeco aparecía en escena. No sabía cómo, pero un bebé llegaba mágicamente a posarse entre aquella pareja humana en el límite entre el 24 y el 25 de diciembre.

Pasaron un par de años y bastó una pregunta a mi mamá para resolver el enigma del bebé misterioso, ahora ya no era sólo el viejo gordo que vestía de rojo quién traía mis regalos, sino que a dicho bebé le debo mi viejo par de guantes y ese balón de fútbol que fue a parar a algún techo de la urbanización en la que viví.

Todos sabemos ahora que por amor o por tradición, son nuestros padres, abuelos o tíos quiénes cumplen el papel de aquel bonachón que tiene un ropero muy reducido y el de ese niño que desde que nace viene dando regalos. (De antemano, mis excusas si estoy destruyendo la infancia de alguien, pero ya es hora de que lo sepas.) Sin embargo, todavía tenía preguntas en mi cabeza y una de ellas era "¿Por qué?" y la respuesta solía ser, palabras más palabras menos, "Es que estamos en Navidad", entonces mi pregunta cambiaba: "¿Qué es navidad?"

Bueno, siempre he pensado que en la etimología hay muy buenas y satisfactorias respuestas, en este caso, "Navidad" viene del latín nativitas que significa "nacimiento", así que el importante viene a ser el neonato que viene a ser, nada más y nada menos que el Salvador de la humanidad. Entonces, si son sus cumpleaños y si hizo tanto por nosotros, los regalos deberían ser para él y no para mí, pero investigando sobre dicho nacimiento encontré algunos datos que me dieron una nueva perspectiva.

En el relato bíblico, una estrella guía a pastores hacia el lugar donde nace el personaje principal que recibiría el nombre de Jesús; dichos pastores ven la estrella porque pasaban la noche con sus rebaños a la intemperie, hecho que es prácticamente imposible en invierno a causa de las bajísimas temperaturas. Podría citarse muchas fuentes y hacer un profundo estudio, pero no es esa la intención de este escrito. Sólo quiero llegar a la conclusión de que Jesús no nació en Diciembre.

Con un poco de lectura y conversando con personas que conocen del tema, he podido comprender que tal celebración no es más que una suplantación religiosa que hace mucho tiempo hizo la iglesia católica con el fin de adentrarse a culturas como la romana, que para esa fecha tenía su propia celebración.

Pero no es ese tampoco el punto al que quiero llegar como se evidencia en el título de este post. Actualmente me he desligado de las creencias religiosas con el fin de ligarme más a mis convicciones espirituales. Claro que creo en Jesús y me encantaría celebrar su cumpleaños porque la llegada a este planeta de un ser que dividió la Historia merece un gran reconocimiento, pero si sé que la celebración decembrina carece de bases, ¿Por qué habría de unirme a dicha celebración?

Lo llamativo es que como toda celebración tiene su iconografía característica. Así como el día de San Valentín, que en Colombia se denomina día del Amor y la Amistad, se caracteriza por la decoración con corazones y los regalos son predominantemente chocolates; navidad también tiene particularidades:

       - Un árbol, que suele ser un pino, decorado con diversas figuritas en sus ramas.

       - Innumerables variaciones del aspecto de Santa Claus o de partes de su vestimenta, especialmente el gorro (sombrero) rojo.

      - Adornos propios de países nórdicos o de clima frío, como guirnaldas o semejanzas de nieve. 

Entonces, si lo que la gente celebra es "navidad" y navidad hace referencia al nacimiento de Jesús, ¿Por qué celebrarlo en una fecha que se sabe que no es la de su nacimiento? Yo cumplo años en Octubre y no me gustaría que me lo celebraran en agosto dejando llana la verdadera fecha.

De muchos líderes cristianos he leído y escuchado decir que lo que importa es que la celebración gire en torno a Jesús, que se unan las familias y aprovechar esta época en la que muchos corazones se ablandan para predicar la buena noticia que es el Evangelio de Jesucristo, con todo eso estoy de acuerdo, pero indudablemente que la pureza de las intenciones se ve manchada y condicionada por actos tan sencillos y aparentemente insignificantes como "uniformarse" en la decoración con las demás personas.

No obstante, no riño con quiénes lo hacen. Pienso que cada quién tiene su forma de celebrar y lo que mayormente importa es el respeto de los espacios y las creencias de cada quién. Aunque no comparto muchas de las manifestaciones que la gente hace por esta época, espero que cada quien pase unas muy buenas festividades decembrinas; no digo navidad, porque yo no celebro navidad, por lo menos no en esta fecha.

German Rueda Muñoz

PD: Algunos estudiosos estiman que Jesús nació en el tiempo que actualmente se conoce como Octubre y yo nací en Octubre, por eso prefiero celebrar "navidad" el día de mi cumpleaños.

Si te gustó y/o te sirvió esta publicación, espero que puedas compartirla con tus allegados y que un poco de luz valga como regalo en estas festividades.